A partir de empezar a emitirse en salas de cine la tetralogía de Crepúsculo, bueno quizás desde antes, es plausible que por el comienzo de que aparecieran los libros en el mercado, los vampiros están más de moda que en otras ocasiones.
Lo real, es que disfrazarse de vampiro de toda la vida ha sido una muy buena elección en carnavales; es sencillo, económico y resultón.
Pero el los últimos años las personas quiere hacerse notar por su singularidad y ya no se resigna con vestirse de Nosferatu.
Este carnaval, lo que se lleva es disfrazarse de Edward Cullen o de algún Vulturis (el clan de vampiros italianos, que aparecen en la 2ª película).
Lo único de lo que no puedes prescindir, son los polvos de talco y una dentadura con colmillos, a partir de aquí, donde las apetencias y la imaginación te lleven. Es fácil, que uno no llegue a parecer tan mono como Edward, pero seguro que sí quedará bastante bien en cualquier caso.
Hay cantidad de fans de la saga que cuelgan fotos de sus disfraces en Internet, aunque también es bastante posible que hayas visto alguna de las pelis (sino todas) y poseas una idea bastante lúcida de cómo confeccionarlo.
En último recurso, no debes preocuparte, siempre puedes seguir eligiendo la opción de vestirte de vampiro o vampiresa normal.
Y si no quieres coserlo, hazte con el y así lo tienes para otras veces, es un traje muy socorrido.
No sé muy bien cuál es la razón, pero a las personas le gusta mucho soñar con hincar el diente en un cuello o que se lo muerdan.
Las gotitas de sangre ficticia que escurren de los colmillos o los agujeros fingiendo un mordisco en el cuello, son muy sugestivos. A mi de forma personal me encantan.
Y quién sabe nunca con el juego de los dientes y los mordiscos a qué persona puedes conocer, los carnavales son una época única para conocerte con gente diferente.
Muy feliz carnaval. Permitiros gozar y volver a ser niños por unos momentos. Viene muy bien a veces retornar a nuestro Peter Pan.